¡Hola!
Si has llegado desde Google ya te puedes ir por donde has venido, lo que buscas no está aquí.
Vale, ya nos hemos quitado a los despistados de encima así que podemos hablar tranquilos. Vienes buscando mi blog ¿verdad? Pues me temo que he decidido cerrarlo, al menos por el momento. Venga, no finjas sorpresa, sabes tan bien como yo que esto se veía venir desde hace tiempo.
El motivo principal es que en los muchos años que han pasado desde aquel diciembre de 2005 en que empecé a escribir por aquí hay muchos muchos temas en los que he cambiado de opinión. Es normal porque en aquellos tiempos sólo era un chaval pero a veces busco algo y termino en mi blog y, no sé, me avergüenzo un poco de algunas de las cosas que solía escribir y, lo que es más importante, de algunas de las de cosas que solía pensar. No es nada dramático pero no me mola seguir teniendo un blog ahí a la vista de todos con ciertas ideas que no me representan y que de leerlas en otra persona pensaría que a lo mejor son un poco gilipollas.
Lo complicado del asunto es que hay otros muchísimos temas en los que sí creo que mi blog era estupendo así que por eso no voy a borrarlo del tirón. Lo voy a dejar guardadito y a lo mejor en algún momento que mi mujer me abandone, me quede sin trabajo y no sepa qué hacer con mi vida pues igual lo rescato y le doy una limpieza. O tal vez me anime a escribir un libro cogiendo ideas de posts viejos. O tal vez no haga nada y esta carta se quede aquí hasta el fin de los días, que es lo que suele pasar con estas cosas.
Y nada, creo que eso es todo, muchas gracias por leer mis mierdas durante todo este tiempo.
—Hugo
PD: Mi email sigue abierto por si quieres mandarme insultos y amenazas.